Florencia
Llevo varios días sin escribir pero debo aclarar que no es por falta de ganas ni de interés. La verdad es que hay tanto para ver y para disfrutar en esta ciudad que no me ha quedado ni un minuto para plasmar lo vivido que no es nada distinto a extraordinario.
Llegamos hace 16 días a una casa hermosa en Settignano a las afueras de Florencia, desde la cual, tenemos una privilegiada vista de la ciudad. No he podido concluír que es más hermoso, si el amanecer con el domo iluminado por el sol desde el este, el atardecer con el sol naranja parqueado al lado derecho de la imponente catedral o la noche, en la que la estructura diseñada y construida por Bruneleschi resalta iluminada entre las luces de la ciudad. Ha sido un verdadero banquete para los ojos. La casa es amplia y nos fascina. Nos sentimos en nuestro hogar y disfrutamos inmensamente el estar en ella. Ratificamos que nos encanta vivir en el campo pero tan cerca de la ciudad....
La ciudad... que decir de esta ciudad. Es bañada y decorada por las aguas del Arno lo que la hace simplemente mágica. Es increíble lo que un río logra en una ciudad; ya lo habíamos vivido en Paris y en Porto, donde el Sena y el Douro les dan ese toque tan especial. Ademas, las callecitas y plazas que se enredan una con la otra nos han cautivado. Cada edificio es una obra de arte ya sea por los frescos de su fachada, las cornizas que lo decoran o simplemente por la belleza de sus puertas y ventanas. El olor y sabor de los años se huele y se saborea en cada rincón. Una de las cosas que más me han deslumbrado es como, detrás de las fachadas de los edificios, a veces se pueden ver hermosos jardines privados. Sorprende ver como las calles son tan estrechas y estos jardines tan grandes. Pudimos conocer el del Hotel Four Seasons que es absolutamente hermoso. Si vienen a visitar esta ciudad, no dejen de conocerlo. Los puentes son una belleza, pero por supuesto el que más brilla es el Ponte Vecchio. Ese puente tiene un significado especial para mi, pues en el año 94 cuando vine con Kenny y Chuck a Florencia tuve un momento de una suerte -o quizás providencia- impresionante, el cual narraré con detalles en otro blog. Los atardeceres desde este puente -o desde cualquier otro- son realmente hermosos.
Arte... ¿por donde comenzar? Esta ciudad esta llena de arte, es un museo viviente, una verdadera ciudad-museo,. Ya mencioné la belleza de las edificaciones, pero además el haber sido el hogar de genios como Da Vinci, Miguel Angel, Brunelleschi y tantos otros... ¿pues que más esperar? Como complemento ideal al talento de estos genios estaba el bolsillo de los Medici que financiaron tanta actividad artística. Debo confesar que me han intrigado mucho los Medici. No se mucho de ellos, pero una de las cosas que me llevo de Florencia es un apetito por conocer más de ellos y que fue lo que los llevo a consolidar su fortuna y por qué apoyaban con tanto entusiasmo el arte. Si alguien me puede dar pistas, [Tamar, Tata, Padre Luigi, Alberto Lozano, Estefania, Enrique Zuleta...] esperaré con agrado sus comentarios. El domo de la catedral es del otro mundo, la escala y la magnitud son impresionantes, pero adquiere una dimensión mayor cuando se piensa que esta ahi desde mas o menos el año 1400. Por fuera .. WOW. Por dentro WOW WOW WOW. Es inmenso y el fresco de Vasari simplemente quita el aliento.
En unos días iremos a ver el David de Miguel Angel y subiremos a la parte alta del domo... ya alguno de los niños escribirá sobre esta experiencia. [espero...] ;-)
Hemos comido delicioso. Como siempre, tratamos de tener un balance sano para el cuerpo y el bolsillo y normalmente desayunamos y tomamos una de las dos comidas restantes del día en la casa. La otra, la tomamos afuera. Hemos comido delicioso, pero lo que tengo que resaltar es el gusto que le hemos encontrado a los helados italianos. Así como en Barcelona era el jamón pata negra y en paris los Croissants, acá todos los días probamos un helado de algún lugar distinto. Hemos probado los famosos y los desconocidos. Los que están en locales sin gente y en los que toca hacer fila y realmente, es difícil describir en palabras la perfección en textura y sabor que estos helados pueden tener. Mi favorito es el de Yogurt y he probado al menos una docena de los cuales me queda difícil dar un veredicto sobre cuál es el mejor.
Intentamos ir a misa todos los días, aunque acá ha sido un poco más difícil por los horarios. Pero hemos podido ir a misa en el Domo y en otras iglesias -pequeñas y grandes-, donde siempre encontramos la paz que solo da Dios y logramos entender que toda esta experiencia en un regalo maravilloso que debemos aprovechar al máximo.
Termino compartiendo que en este precioso lugar hemos celebrado nuestro aniversario número 18, el cumpleaños de Pili y hoy el cumpleaños de Valentina. Ha sido un destino lleno de celebraciones que quedaran selladas en el alma por siempre. Además, hemos contado con la bendición de la visita de mis papás y de la mamá de Pili, así como de su hermana Adriana y su familia. ¿Qué más podemos pedir?
Abrazo para todos.
Felipe