Los mounstruos marinos
Desde Bogotá, soñábamos con esto, esperábamos ansiosamente la llegada del día en el que nadaríamos con los tiburones ballena. Y en un abrir y cerrar de ojos se llego el día. Nos llevaron desde la isla Blue Water Resort, un hotel espectacular en las Filipinas en el que nuestros papás nos sorprendieron invitándonos a pasar unos días. Fueron de las mejores noches del viaje, porque fue como un descanso del descanso, porque hasta del descanso toca descansar.
Se llegó el momento de meterse al agua. Nos llevaron en un barco y luego a una van que nos llevó al lugar especial para nadar con los tiburones ballena. Esperamos como 10 minutos no más, a pesar de la larga fila que había, nuestro conductor y el hotel tenían “prioridad”. Nos montaron en una clase de kayaks, con aletas de bambú como soporte a los lados. Paramos como a 100m de la isla, me pregunte par que habíamos parado si nos esperaba un viaje de al menos 10 minutos para llegar donde estaban los tiburones ballena, pero de repente el señor que estaba conduciendo dijo: “Okey guys, yu kan go out nau” mire abajo y vi un monstruo de 6m a centímetros de mi. Pensé en gritar, pero me tranquilice al ver a muchas personas en el agua.
Saque mi GoPro, y comencé a grabar a mis papas e intente tomarme “selfies”, pero mi mama y mi hermana me jalaban para atrás para que “no me comiera”, pero bueno, ahí tomamos unas buenas fotos. Ver semejante magnitud de animal nadando a mi lado fue una experiencia realmente espectacular. Pensé en el universo maravilloso que hay debajo del mar. Guadalupe se metió al agua con mi papa y solo gritaba ¨DADO DANDE¨o pesado grande... increíble un ser tan pequeñito nadando al lado de estos mounstruos marinos.
espués de haber acabado y de haber llegado a tierra firme, mi mama nos dijo que se había mareado muchísimo, pero que aun así la había pasado muy bien, al revisar las fotos cuando llegamos al hotel, vi una foto en la que salía mi mama mariadísima, y me reí mucho mostrándosela al resto de la familia. Aquí se las dejo para que se rían un rato.
Fue una experiencia increíble y lo disfrutamos muchísimo, una experiencia realmente inolvidable, una vez casi se traga a mi papá, se estaba tomando una foto y ese animal comienzo a chupar agua, la corriente que es fuerte. Jajaja, fue increíble, y espero ansiosamente volverlo a hacer con mi futura familia.
Fue una experiencia inolvidable.
Juan Martín