FeFGAJuan Martin4 Comments

Los dos mundos

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Los dos mundos

Desde que uno entra a la iglesia hasta que sale siente una paz que no se siente en ningún otro lugar, los dos mundos que habitan en el planeta tierra son increíblemente diferentes en todo los sentidos. En Roma, mi papa y yo descubrimos que cuando uno entra a cualquier iglesia, se entra a un mundo lleno de paz, de amor, de perdón, de piedad, de misericordia, uno siente esos ojos llenos de amor mirándolo y diciendo “Te Perdono” y “Te amo”, y cuando uno sale de la iglesia, uno ve la diferencia, todo el mundo hablando un ruidaje salvaje, se siente la presencia y el afán ñ de los que habitan en tal calle. Se siente también muchas veces el odio entre las personas. Es un contraste fuerte.

 Entre los dos mundos, yo elijo el que existe dentro de la iglesia, ¿por que? puede que afuera estén las mejores marcas de todo, diversion, emoción, pero dentro de este otro mundo, existe el perdón y ls misericordia de Dios nuestro señor, que nos ama con su gran corazón y esta siempre dispuesto a perdonar y a ayudar a todos aquellos necesitados.

Escribo este blog para invitarlos a que sientan esa paz que no se siente en ningún otro lugar, en este lugar se puede ser humilde sin esfuerzo, uno se siente libre y liviano, en este lugar uno se puede confesar y ser perdonado por Dios, entra a este mundo y concentrate, pídele a Dios por todas las personas que te rodean, por aquellas que amas,  y por aquellas otras que no te agradan, pídele por tu propia santidad, por tu familia, por tu trabajo, por tu hogar, por los pobres y los ricos, por los antipáticos y los generosos y por la salvación del mundo entero.

Pero pueden decidir entrar a cualquier mundo, eso es lo triste de este mundo, que la mayoria de gente escoge el camino incorrecto, pide por esas personas, que nadie mas pedirá por ellas.

Quiero compartir esta hermosa oración que estaba en la basílica de San Francisco en Asis:  

Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .

Donde hay odio, que lleve yo el Amor.


Donde haya ofensa, que lleve yo el  Perdón.


Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.


Donde haya duda, que lleve yo la Fe.


Donde haya error, que lleve yo la Verdad.

Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.


Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.

Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;


ser comprendido, sino comprender;


ser amado, como amar.

Porque es:
Dando , que se recibe;


Perdonando, que se es perdonado;


Muriendo, que se resucita a la 
Vida Eterna.

Amen.