Medjugorje 1
Nadie mejor para explicar nuestra experiencia en Medjugorge que la misma Virgen. Les transcribo el mensaje que nos dio (a todos sus hijos) el 2 de septiembre y en el cual tuvimos la oportunidad de estar presentes.
“Queridos hijos, por voluntad de mi Hijo y por mi amor materno, vengo a ustedes, mis hijos, y especialmente por aquellos que no han conocido el amor de mi Hijo. A ustedes les doy mi amor materno y les traigo la bendición de mi Hijo. Vengo a ustedes que en mí piensan, que me invocan. ¿Tienen corazones puros y abiertos? ¿Ven los dones, los signos de mi presencia y de mi amor? Hijos míos, en su vida terrena, actúen siguiendo mi ejemplo. Mi vida ha sido dolor, silencio y una inmensa fe y confianza en el Padre Celestial. Nada sucede por casualidad: ni el dolor ni la alegría, ni el sufrimiento ni el amor. Todas estas son gracias que mi Hijo les da y que los conducen a la vida eterna. Mi Hijo pide de ustedes amor y oración en Él. Amar y orar en Él –y yo como Madre se los enseñaré–, significa: orar en el silencio de vuestra alma, y no solo recitando con los labios. Este es el gesto más pequeño y hermoso que pueden realizar en nombre de mi Hijo: esto es paciencia, misericordia, aceptación del dolor y el sacrificio realizado por los otros. Hijos míos, mi Hijo los mira. Oren para que ustedes también puedan ver Su Rostro, para que este pueda ser revelado a ustedes. Hijos míos, yo les revelo la única y auténtica verdad; oren para que puedan comprenderla y para que puedan difundir el amor y la esperanza; para que puedan ser apóstoles de mi amor. De manera especial, mi Corazón materno ama a los pastores; oren por sus manos benditas. ¡Les doy las gracias!”
Nuestra estadía en Medjugorge fue un poco como nuestra vida o la de cualquier persona. Llegamos con mucha ilusión y emocionados, aunque muy cansados. El viaje de Dubrovnick (Croacia) a Medjugorge (Bosnia) que supuestamente nos tomaba dos horas y media, nos termino tomando casi cinco pues google maps nos mandó por una carretera super delgada, curvosa y muy sola. Tuvimos que parar dos veces a limpiar la silla de bebe y el carro a causa de dos vomitadas que se pegó Guadalupe por las inumerables curvas. No había ningún restaurante ni mucho menos un baño. Encontramos una pequeña tienda en una curva perdida donde compulsívamente compré muchísima agua, pues en el camino nos escaseo, toallas de cocina (un rollo tamaño industrial) y lo que había de comida chatarra pues la angustia de no ver mas tienditas en el camino y llevar 4 niños hambrientos y cansados me mataba de la angustia. En la tiendita ni siquiera prestaban los baños y solo nos mostraron una manguera para lavar lo que aun olia terrible después de la mareada. Nos fuimos Pipe y yo a lavar y dejamos los niños tomando algo y aunque estábamos a 15 metros de ellos me entraron unos nervios horribles, pues el hombre de la tiendita perfectamente podría ser un asesino en serie pues pinta no le faltaba y la soledad de ese lugar podía enloquecer a cualquiera (creo que he visto demasiadas películas de miedo). Le pedi el favor a Pipe (no tan amablemente a causa de mi estres) que nos fuéramos de ese lugar rápido y emprendimos de nuevo el camino.
Casi 5 horas después, llegamos a nuestro anhelado Medjugorge.
Habiendo visitado Medjugorge hace tres años, conocíamos un poco los planes y lo que había que hacer, y como las celebraciones sublimes de adoración al Santisimo, Rosario, Eucaristía y bendición de los enfermos son en la noche, le dije en mi interior a la Virgen que ella guiara nuestros pasos y permitiera que viviéramos lo que ella quería para nosotros y ¡así fue!
El primer dia, golpeados por el cansancio del viaje, nos quedamos en el hotel que resulto ser bastante mas cómodo y lindo de lo que imaginábamos. Es la posada de Marija, una de las videntes quien desafortunadamente no estaba presente durante nuestra estadia. Al día siguiente madrugamos a las 5:30am para presenciar el mensaje de la Virgen quien se presenta todos los segundos del mes a otra de las videntes, Mirjana (son 6 en total). Filka, nuestra guía, nos llevo a la montaña, lugar del encuentro donde habían cientos y cientos de personas rezando y esperando el gran momento. Cuando llegaron las 8:30am se hizo un gran silencio hasta que 5 minutos después empezó el canto de la gente.
Durante esos cinco minutos la Virgen comparto con la vidente el mensaje que les transcribir arriba.
Al terminar esa travesía, lleve a los niños grandecitos al Cenáculo (los pequeños se quedaron con el papa haciendo una siesta dado el madrugón), lugar de rehabilitación de adicciones de cientos de jóvenes (hombres y mujeres por aparte) que a travez de la oracion, el trabajo y el amor salen adelante. Esta obra la comienzo la hermana Elvira y se ha replicado en muchos países con una tasa de éxito muy alta. Si no me equivoco, Popola saco el tema de los retiros para jóvenes que también llevan el nombre del Cenaculo luego de inspirarse con esta hermosa obra en una de sus visitas a Medjugorge (otro de los muchos frutos de este maravilloso lugar). Escuchamos allí el testimonio de un joven Argentino y de un señor mayor donde relataron como salieron adelante después de graves adicciones. Muy conmovedor y por alguna extraña razón mis ojos no podían contener las lagrimas al escuchar el dolor de un joven cuya vida casi se le escapa a causa de las adicciones y que por las oraciones de su madre y la misericordia de Dios, salió adelante. Al finalizar esa experiencia tan bonita nos llevaron a un orfanato, obra que comenzó el santo sacerdote Slavok luego de la guerra deYugoslavia y los miles de huérfanos que dejo semejante atrocidad (Juan Martin escribira acerca de esta guerra).
Ya ladrando todos de hambre y cansancio, almorzamos en nuestra posada y luego de un merecido descanso asistimos a la jornada de oración, Rosario, Eucaristía y exposición del Santisimo en la capilla exterior.
Este hermoso lugar brilla por su sencillez pero sobretodo por la fe y la piedad que se respira. No cabe menos que el asombro cuando miles y miles de fervientes católicos caen de rodillas ante nuestro Señor al ser expuesto en una custodia gigante. El silencio, el amor, la paz que se respira son imposibles de describir. Esa noche, Felipe con los dos grandecitos fueron a presenciar un segundo mensaje de la Virgen a Ivan en el monte de las apariciones y volvieron cuando ya los dos pequeños y yo estábamos durmiendo. En la mañana del tercer día me levante a las 5.30am y junto con nuestra guía me fui a hacer la oración del Rosario subiendo la montaña de las apariciones junto con un grupo y el vidente Ivan. Fue muy bonito y para mi un regalo haber podido subir sola y orar tranquilamente. Al mediodía Filka, amiga personal de los videntes nos llevo a hablar con Ivan, quien nos contó de la obra con los mas pobres que realiza hace unos años, recalcó la idea de que Medjugorje no es solamente un lugar, ni tampoco las apariciones de la Virgen, Medjugorge son los frutos que se dan luego en la vida diaria de quienes visitan este lugar.
Luego de la charla con el, Velantina se puso malita y se unió al “clan” de los enfermos junto con Juan Martin. Ambos cogieron un virus de fiebre y diarrea que rondaba en Medjugorge que los tiro en una cama por el resto del día. Nos la pasamos entonces toda la tarde cuidando enfermos pero conscientes de que eso era lo que teníamos que hacer. Cuando me refería de que nuestra estadía en Medjugorge se pareció un poco a la vida de cualquier persona, me refería a que no todo es color de rosa, es verdad que hubiéramos preferido un camino llano y tranquilo hacia Medjugorge, y que los niños hubieran contado con salud toda nuestra estadía allá Fue estresante el lidiar con fiebres y maluqueras lejos de la casa y manejar el miedo de que se nos pegara a nosotros o a los mas pequeños, pero con la ayuda de Dios todo sale bien y al día siguiente viajamos de vuelta para Croacia en una super carretera (esta vez nos asesoramos bien), Guadalupe con mareol (creo que se me fue la mano en la dosis porque durmió todas las dos horas y media) y felices de emprender nuestro nueva aventura en el carro casa, relato que sera tema de un proximo blog.
Solo para terminar y buscando no hacer este blog demasiado largo, quisiera en otro escrito compartirles algunos de mis aprendizajes en esta “tierra de Maria” como llaman a Medjugorge.
Un abrazo. Pilar